El cálculo muerto es un método tradicional de navegación donde la posición de una aeronave (o cualquier vehículo) se determina calculando su curso, velocidad, tiempo y dirección desde una posición conocida, sin depender de referencias externas como puntos de referencia o GPS. Implica el uso de instrumentos como una brújula, un indicador de velocidad aérea y un reloj para estimar la ubicación actual.
Los elementos clave del cálculo muerto incluyen:
- Curso : la dirección o el rumbo previsto a seguir, generalmente medido en grados del norte o norte del norte o magnético.
- Velocidad : la velocidad a la que viaja la aeronave, a menudo se mide en nudos.
- Tiempo : la cantidad de tiempo dedicado a viajar en el curso.
- Corrección del viento : ajustar el curso para la deriva del viento, para garantizar que la aeronave permanezca en la pista prevista.
El cálculo muerto se usa típicamente cuando otras ayudas de navegación (p. Ej., Referencias visuales, radar, GPS) no están disponibles o cuando vuelan sobre áreas sin puntos de referencia identificables. Si bien es una técnica más antigua, sigue siendo un método crucial de navegación de respaldo en aviación y navegación marítima.